Silencio, habla el capitán. La voz más autorizada del vestuario sale al paso para analizar la crítica situación actual. Los años impiden a Raúl López abusar de tópicos y falsas declaraciones, tiene galones y experiencia para decir lo que piensa. Tranquilo pese al chaparrón, aguanta el temporal y se sincera en la tertulia de Punto Radio en el Aljibe.
Desmiente un supuesto mal ambiente en el vestuario: «estamos a muerte con el entrenador». Reprende a aquellos compañeros que se dejan ver a altas horas de la noche por lugares inadecuados: «Eso no se puede permitir». Y asume el ultimátum que el Consejo le ha dado al entrenador y por ende a la plantilla. «Todos somos culpables, pero no se puede echar a 25 jugadores a la vez».
Este lunes, plantilla y técnico se reunieron durante más de media hora en el vestuario en una charla bastante enriquecedora. «Fue un debate lógico para corregir las cosas que hacemos mal, ya que la situación no es la que deseamos». Y no se anda con paños calientes. «El equipo no está a la altura».
Ha regresado a la titularidad hace dos jornadas, desplazando a Diego Reyes. Pero sus problemas físicos le han mantenido este inicio liguero apartado del césped y ha podido observar la evolución del Cádiz desde la grada o el banquillo. El otro día, en Lucena, tuvo que ver la segunda parte con los suplentes al ser sustituido tras el descanso. Y lo admite. «Por supuesto que sentí vergüenza», como todos los cadistas que se desplazaron allí, máxime con los insultos de la parroquia local.
La cabeza visible
«Somos todos culpables». Pero «la cabeza visible es el entrenador, y cuando los resultados no acompañan lo fácil es destituir al técnico y no echar a los 25 futbolistas. No obstante, aseguro que en el vestuario hay buen ambiente y está a muerte con el entrenador». Es Vidakovic el principal señalado, especialmente su sistema de juego. «Quiere una forma de jugar y la plantilla no la capta», admite. Responsabilidad a partes iguales.
Al igual que el otro gran motivo de las últimas derrotas. «El equipo al primer varapalo se descompone y eso es muy peligroso. Se puede remontar, se puede ganar con un jugador menos, pero parece que ahora mismo es imposible».
Con respecto a los futbolistas, algunos «deben dar mucho más de lo que están dando». Sin embargo, no cree que exista relajación o indolencia porque «todo jugador que salta al campo intenta dar el máximo».
Eso sí, les exige a todos mayor intensidad. «El equipo contrario, corriendo y peleando, nos ha ganado. Nosotros debemos tener claro que hemos de correr igual o más que el rival, porque en el fútbol, cualquier equipo que esté bien parado físicamente te puede ganar».
El asunto más polémico de esta temporada está siendo la salida nocturna de varios jugadores, denunciadas constantemente por los aficionados cadistas. Raúl López asegura que «muchos son jóvenes y salen, pero no están todo el día de fiesta. Saben su responsabilidad y que les están mirando con lupa. Si los veteranos vemos que se equivocan, les daremos un toque de atención. Yo por mi parte, cuando pierdo no me gusta salir, prefiero meter la cabeza en un boquete». Pero una vez se le señalan casos concretos, actúa como capitán y casi como padre. «Eso no se puede permitir. Los jugadores deben estar concienciados con la situación».
La situación es muy preocupante. Además, este Cádiz tiene la losa de la comparación constante con el de Javi Gracia. «Parece que subimos sobrados, y no fue así». Ese conjunto sabía competir y ganaba los partidos sin brillantez cuando era necesario.
El Cádiz es ahora cuarto, en puestos de liguilla, «algo que es positivo», y además el problema todavía tiene solución. «Hay un buen equipo, buenos jugadores, y sólo hace falta coger la forma de jugar y el estilo del entrenador. Pero plantilla hay de sobra, y con la afición, este Cádiz tiene que ir para arriba». Y cuando habla el capitán, todos escuchan.
FUENTE: LA VOZ
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