Las dos últimas victorias cosechadas por el Cádiz frente al Estepona y el Betis B no evitan que Jose González esté alicaído y tristón. «Además de entrenador soy cadista», expresaba ayer en los micrófonos de Punto Radio en la tertulia que cada martes organiza Manolo Camacho en El Aljibe. Y es que, aunque se lo proponga, es muy difícil abstraerse de la complicada situación económica por la que atraviesa el club en estos momentos. «Estoy triste. La apertura de todos los periódicos de hoy es muy dura. La deuda de 13 millones y medio de euros asusta y eso es algo que nos duele a todos, porque es una situación muy comprometida. Por mucho que trabajemos y que le ganemos al Estepona o el Almería B después te encuentras con esto...»
Preocupa escuchar al entrenador en esos términos, a la persona que tiene que ejercer de medio de transmisión para que el equipo consiga generar ilusión en los aficionados. De todas maneras, Jose ya sabía dónde se estaba metiendo cuando aceptó hacerse cargo del banquillo y por eso no le queda otra que apartar de su cabeza los problemas que se salen de su parcela y centrarse en lo deportivo, donde puede estar la tabla de salvación de la entidad en el futuro. «Entiendo el ambiente de pesimismo que se ha generado entre la gente. En los últimos años ha habido varios descensos y es lógico que se cree una gran exigencia en torno al equipo. Yo tengo que extraer esos problemas de la cabeza del profesional. La única manera de enganchar a la gente es generando victorias e ilusión. El vestuario tiene que transmitir alegría. Estoy convencido de que, si nos metemos en liguilla, Carranza va a estar lleno seguro. Fácil no va a ser, está claro. Nosotros somos conscientes de que buena parte del futuro del Cádiz depende de nuestro trabajo».
Para que se consiga ese objetivo, que no es nada fácil, no ayudan desde luego situaciones como la que está provocando Dani Miguélez, que sigue sin aceptar la propuesta de renovación ofrecida por el club para que dé su consentimiento y su ficha se pueda utilizar para incorporar a otro guardameta de garantías. Los administradores concursales no van a abrir más la mano, por lo que la pelota está en el tejado del jugador, al que le dan de plazo hasta el viernes para que tome una decisión definitiva. «Dani no está ayudando para nada. No soy yo quien tiene que convencer a nadie de nada. Se le ha ofrecido lo que se podía y no hay más que decir. Se ha tenido esta consideración con él y no lo está teniendo en cuenta. No acierto a entenderlo por más que lo pienso. Así acabo Moreno la temporada pasada, con una lesión importante, y este año le ha costado muchísimo encontrar equipo. Tiene que estar mal asesorado, pero a partir del viernes si dice que no ya no habrá vuelta atrás».
Hasta que la cosa no cambie, el Cádiz está en manos de Álvaro Campos, quien por cierto tampoco es que sea del agrado de muchos por las declaraciones que realizó en el pasado acerca de la afición y que armaron un gran revuelo. Carranza sabe cuándo tiene que ser comprensivo, no obstante, y parece que las últimas buenas actuaciones del portero valenciano y la profesionalidad con la que está afrontando su situación en el equipo desde que supo que no se iba a marchar al Alavés le están sirviendo para redimirse. Y eso Jose lo ha sabido valorar como se merece. «La portería está bien cubierta con Álvaro Campos. Hoy en día es el titular del Cádiz porque se lo merece. Le ha venido bien estos últimos partidos en los que lo ha hecho bien y la gente lo ha tenido en cuenta».
El problema llegará en el momento en el que el levantino no pueda jugar por cualquier motivo. De momento la única posibilidad es tirar de la gente del filial. «Puede ser una opción válida si cuando juega la cosa le sale bien, pero si a la primera que toca no tiene fortuna y comete un error ahí tenemos un problema». No queda otra que resignarse si la cosa el viernes no cambia, y hasta ahora está siendo Ricardo el elegido para ocupar el banquillo del primer equipo, aunque no es una decisión ya cerrada y Juanfer aún no se ha descartado. «Es algo que estamos valorando», explica el entrenador.
Un Jose González que se aferró a sus números para tratar de desmontar la sensación que se ha extendido de que el equipo no da la cara cuando juega en su campo. «Existe una sensación de que no estamos funcionando en casa, pero desde que yo llegué hemos jugado seis partidos y hemos cosechado cuatro victorias, un empate y una derrota. Está claro que tenemos que mejorar y que no se le está ofreciendo a la afición el espectáculo que merece, pero que no se le olvide a nadie que un equipo con tantos cambios como los que ha sufrido el Cádiz esta temporada necesita tiempo para hacerse y es difícil que interprete los automatismos que quiere un entrenador».
Y es que Jose cree que esta plantilla está pagando los platos rotos de lo sucedido en años anteriores porque la gente está desilusionada a raíz de los últimos descensos. «No está siendo una temporada desastrosa. Estamos terceros y las opciones de luchar por el ascenso siguen intactas. Incluso el primer puesto no es imposible y podemos pelear por ello. Me gustaría transmitir ilusión y sobre todo pedir el apoyo de la gente».
FUENTE: LA VOZ DE CADIZ
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