Camilo Liz falleció en la madrugada del jueves a los 96 años de edad. Aquejado de numerosos problemas de salud, el ex jugador y ex directivo del Cádiz se despide con el cariño y el respeto que le profesan todos los estamentos del cadismo, desde el Consejo a la afición. Esta mañana será el entierro en el Mancomunado de Chiclana, donde su esposa descansa desde hace tan sólo cuatro meses.
Nacido en Orense el 17 de marzo de 1931, consagró su vida al fútbol y al Cádiz, club en el que fue jugador, entrenador y secretario técnico. Veloz extremo zurdo, solidario en el esfuerzo y con sus asistencias, se enfundó las camisetas de Celta, Málaga, Cádiz y Granada, entre otros.
La edad le obligó a cambiar el césped por el banquillo, y trabaja en varios equipos como Racing Portuense, Balompédica Linense, Algeciras, Recreativo de Huelva, Xerez, Atlético Tetuán, Ceuta, Castellón y, como no, el Cádiz.
Pero la vida le deparaba los mejores años en su cargo de secretario técnico, cuando tuvo que sacar toda su habilidad negociadora y su instinto. Fue culpable de la edad de oro del Cádiz en Primera, siendo la mano derecha de Manuel de Irigoyen. En la temporada 80-81 logra el ascenso a la máxima categoría. Meses después, posa sus ojos en la máxima figura del cadismo.
Liz gestionó la llegada de Jorge Alberto González Barillas, Mágico; sentando la base de una leyenda que ha trascendido generaciones de aficionados para llegar intacta hasta la actualidad.
Aunque gallego de nacimiento, Liz se ganó con el paso de los años el ser considerado como un gaditano más. Sin ir más lejos, decidió pasar su últimos años de vida en la capital gaditana.
Hace escasos meses, el fallecido recibió un merecido homenaje por parte de la Federación de Peñas Cadistas.
FUENTE: DIARIO DE CADIZ
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